El profesor quiere convertir a Córdoba en el "epicentro del debate sobre la cultura de la paz" durante la celebración de los cursos de verano de la Universidad
Además de ser el máximo responsable del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba (UCO), Fernando López Mora es el director académico del curso Interculturalidad, cultura de la defensa y conflictos en el mundo contemporáneo, que se celebrará del 13 al 17 de julio, en la oferta veraniega de la Universidad Córdoba. Un seminario que traerá a la capital "a las personalidades más significativas del país" en materia de defensa.
-¿Por qué ha decidido organizar un seminario de estas características para Corduba?
-El curso, de alguna manera, continúa con iniciativas parecidas de años anteriores en los cursos de verano y el circuito académico de la Universidad. Se trata de un seminario que aspira a alimentar un debate académico y ciudadano sobre la cultura de la defensa, el papel de las Fuerzas Armadas, la nueva cultura de la paz y de los conflictos contemporáneos.
-Dados los contenidos del seminario, ¿cree que los asistentes tienen conocimientos o están preparados para debatir acerca de las relaciones internacionales de los países o el papel que juegan las Fuerzas Armadas?
-Al igual que otro tipo de actividades relacionadas con este tema, el curso aspira a que sea un punto de encuentro de personas con intereses diferentes y, por ello, no está dirigido totalmente a los alumnos universitarios. En los últimos años hemos tenido una presencia muy diversa, desde jóvenes adscritos a cualquier ONG a personas interesadas en el mundo de la defensa o ciudadanos que, en el marco de sus intereses, han mostrado atención a los conflictos. No obstante, la mayor proporción de inscritos suelen ser alumnos universitarios.
-¿Que van a aprender los asistentes entonces?
-Lo que intentamos es que Córdoba se convierta esos días -del 13 al 17 de julio- en epicentro del debate sobre la cultura de la defensa y de la paz en el marco de los conflictos internacionales. España, por ejemplo, es un país comprometido internacionalmente y uno de esos compromisos de participación es su presencia en conflictos, en la mediación internacional. En el curso van a estar las personalidades más significativas del país por su aportación o protagonistas de primera fila que han estado en el epicentro de la práctica política.
-A su juicio, ¿dónde radica la importancia de la Alianza de las Civilizaciones que propugna el Gobierno?
-Es algo que beneficia mucho a Córdoba. El hecho más singular en el mundo actual es que en el marco de las relaciones internacionales toma cuerpo, de manera muy esplendente, la cultura y, eso es una novedad. Los conflictos, en muchos casos, derivan del comportamiento, de las actitudes y de las creencias. Hasta hace apenas una década, los conflictos se argumentaban con contradicciones de porte ideológico, por ambiciones economicistas o por una fuerte jerarquía del poder. Lo novedoso de la nueva política internacional es que un hecho subsidiario, no protagonista hasta entonces como es la variable cultural, entra de lleno en la escena de lo internacional y, en muchos casos, ocupando la primera plana de los medios de comunicación. En ese cuerpo de debate cultural, sobre todo de orden religioso, toma más significación el papel de ciudades como Córdoba, que en un tiempo tuvo su peso.
Además de ser el máximo responsable del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba (UCO), Fernando López Mora es el director académico del curso Interculturalidad, cultura de la defensa y conflictos en el mundo contemporáneo, que se celebrará del 13 al 17 de julio, en la oferta veraniega de la Universidad Córdoba. Un seminario que traerá a la capital "a las personalidades más significativas del país" en materia de defensa.
-¿Por qué ha decidido organizar un seminario de estas características para Corduba?
-El curso, de alguna manera, continúa con iniciativas parecidas de años anteriores en los cursos de verano y el circuito académico de la Universidad. Se trata de un seminario que aspira a alimentar un debate académico y ciudadano sobre la cultura de la defensa, el papel de las Fuerzas Armadas, la nueva cultura de la paz y de los conflictos contemporáneos.
-Dados los contenidos del seminario, ¿cree que los asistentes tienen conocimientos o están preparados para debatir acerca de las relaciones internacionales de los países o el papel que juegan las Fuerzas Armadas?
-Al igual que otro tipo de actividades relacionadas con este tema, el curso aspira a que sea un punto de encuentro de personas con intereses diferentes y, por ello, no está dirigido totalmente a los alumnos universitarios. En los últimos años hemos tenido una presencia muy diversa, desde jóvenes adscritos a cualquier ONG a personas interesadas en el mundo de la defensa o ciudadanos que, en el marco de sus intereses, han mostrado atención a los conflictos. No obstante, la mayor proporción de inscritos suelen ser alumnos universitarios.
-¿Que van a aprender los asistentes entonces?
-Lo que intentamos es que Córdoba se convierta esos días -del 13 al 17 de julio- en epicentro del debate sobre la cultura de la defensa y de la paz en el marco de los conflictos internacionales. España, por ejemplo, es un país comprometido internacionalmente y uno de esos compromisos de participación es su presencia en conflictos, en la mediación internacional. En el curso van a estar las personalidades más significativas del país por su aportación o protagonistas de primera fila que han estado en el epicentro de la práctica política.
-A su juicio, ¿dónde radica la importancia de la Alianza de las Civilizaciones que propugna el Gobierno?
-Es algo que beneficia mucho a Córdoba. El hecho más singular en el mundo actual es que en el marco de las relaciones internacionales toma cuerpo, de manera muy esplendente, la cultura y, eso es una novedad. Los conflictos, en muchos casos, derivan del comportamiento, de las actitudes y de las creencias. Hasta hace apenas una década, los conflictos se argumentaban con contradicciones de porte ideológico, por ambiciones economicistas o por una fuerte jerarquía del poder. Lo novedoso de la nueva política internacional es que un hecho subsidiario, no protagonista hasta entonces como es la variable cultural, entra de lleno en la escena de lo internacional y, en muchos casos, ocupando la primera plana de los medios de comunicación. En ese cuerpo de debate cultural, sobre todo de orden religioso, toma más significación el papel de ciudades como Córdoba, que en un tiempo tuvo su peso.
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