miércoles

Nepal: Crisis permanente en la cima del mundo (Parte III - Final)

La paz como equilibrista


“La paz obtenida con la punta de una espada no es más que una tregua” Proudhon 85

“Para los pueblos y naciones oprimidos del Tercer Mundo, la paz sólo puede ser consecuencia de la autodeterminación y de la ‘justicia social’ –-la eliminación de la explotación y de la intervención imperial y el establecimiento de democracias participativas basadas en la igualdad social.” James Petras 86

Desde que se acabó la guerra en 2006 e incluso después de las elecciones, la violencia, sin llegar a las cotas cuantitativas de los años del conflicto, sigue muy presente en la sociedad nepalesa. Quizás las razones haya que buscarlas en que los problemas de desigualdad y pobreza tardan más en solucionarse que los cambios políticos, en caso de que los segundos lleven efectivamente a eliminar los primeros. El mismo día de las elecciones murieron tres personas, dos de ellos líderes de partidos independientes minoritarios. 87

Las tensiones entre partidos son muy grandes, incluso entre los que forman el actual gobierno: en especial entre el PCN(m) y el PCN-UML. Recientemente en Katmandú asesinaron a Prachanda Thaiba, uno de los líderes de las juventudes del PCN-UML (no confundir con Prachanda presidente). El asesino fue un joven de las LJC (adscritas a los maoístas). El PCN(m) expulsó de inmediato a Thaiba de sus filas pero desde el PCN -UML hay suspicacias de que se esté protegiendo a Thaiba y salga impune de este crimen.

A principios de abril de este mismo año, estalló una bomba en un Comité de Desarrollo de Aldea sin conocer su autoría.88

Por otra parte está pendiente de resolver la incorporación de los ex-guerrilleros en el ejército, que era uno de los puntos claves del acuerdo de paz. La élite militar se resiste a ello, y los otros partidos más a la derecha prefieren que el brazo armado maoísta vaya principalmente a la policía para ser más inofensivos, tal y como sucedió tras los acuerdos de paz con la guerrilla en El Salvador. Mientras tanto los ex-guerrilleros esperan en los campamentos y los ánimos están muy caldeados. Para poner un poco más difíciles las cosas, la ONU decidió ir paulatinamente retirando las tropas de Nepal confiando en que el nuevo gobierno llegue a un acuerdo con los militares. 89 Pero lo cierto es que, aunque nominalmente una de las cinco carteras del gobierno es Defensa, la élite militar va a la suya sin hacer caso a sus nuevos jefes, a los que sobre el papel (y los micrófonos) dicen aceptar, pero sin el que comienza, incluso, nuevas campañas de reclutamiento incumpliendo los acuerdos de paz . 90

Recientemente, además, una serie de ex-personalidades del partido del presidente Prachanda, han abandonado a los maoístas y están organizando otros partidos minoritarios de corte nacionalista o más radicales de izquierda a la hora de romper todo acuerdo asimétrico con la India, acusando a los líderes nepalíes del gobierno de “aburguesarse”. 91 Estas agrupaciones amenazan con volver a la guerrilla. Ante este riesgo de escisiones, en febrero de este año, el PCN(m) se unió a otro partido maoísta más minoritario que no participó en la “Guerra del Pueblo” llamado PCN (Unificado Centro-Masal) (con dos escaños en las elecciones pasadas). Prachanda afirmó posteriormente en un mitín en Katmandú que ése era el inicio de la unidad entre las fuerzas de la izquierda para luchar contra el imperialismo (MAEC, 2009:30). Ahora el partido maoísta ha pasado a llamarse Partido Comunista Unificado de Nepal-Maoísta. 92

Como dice Tortosa, a tenor de una reflexión realizada por un Comandante General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, si queremos conseguir la paz se trata de conseguirla “con justicia y dignidad”, es decir, acabar con la violencia directa pero sin perder de vista la violencia estructural (injusticia) y la violencia cultural (alienación) (Tortosa, 2001(2º):31 y 32). También se requerirá la empatía, la capacidad de ceder de todas las partes, y no sólo de los ex-guerrilleros, como viene siendo habitual hasta la fecha.

Reflexiones en voz alta

“Cuando dos ejércitos se enfrentan y se oye el clarín y el ruido de los tambores, ¿de qué servirán esos sabios consumidos por el estudio, tan débiles que ni siquiera parecen poder sostener su propio espíritu?” La Sandez en “El elogio de la locura” de Erasmo de Rotterdam 93

“La demora de la justicia significa injusticia” Walter S. Landor 94

Las opciones que ofrece el teatro nepalés son muy difíciles para la clase dirigente y agónicas para los pobres que necesitan de soluciones inmediatas . Las iniciales esperanzas en los maoístas se están desvaneciendo, el proceso político parlamentario está empañado por la desconfianza y los problemas añadidos en la toma de decisiones de la coalición de gobierno. Además, las facciones políticas rivales amenazan con comenzar una guerra paramilitar y la escisión de los maoístas entre demócratas gradualistas y ortodoxos, no mejoran la situación. Quizás una parte de la Liga de Jóvenes Comunistas, que funciona cada vez más como brazo paramilitar de los maoístas 95 apoyara al sector duro de los mismos y con otros grupúsculos de partidos radicales se fueran de nuevo a las montañas a comenzar otra guerra.

Por otro lado, los déficit de la infraestructura eléctrica, alimentarios y del combustible se incrementan cada día. Son problemas urgentes que requieren medidas urgentes y los maoístas se hallan en un gobierno de coalición y con presiones tanto por la derecha como por su izquierda. Las tesis de los maoístas en el poder, Prachanda y compañía, sobre el desarrollo económico nacional tienen un ilusionismo evidente. Parece ser que están estudiando aprobar Zonas Económicas Especiales 96 como China o México (maquilas) para atraer inversiones en un país que carece de capital. Pero esto les va a llevar indudablemente a enfrentamientos con su clase trabajadora ya que las ZEE se basan en una nula o menguada legislación laboral, medioambiental y mano de obra barata. No parece que esa medida clásica de la política neoliberal sea la mejor herramienta para contentar a los seguidores y/o votantes maoístas que seguro, cuando metieron la papeleta en la urna, no estaban pensando en esto, como “Camino Prachanda” o vía para alcanzar el socialismo.

Sintetizando

El pueblo necesita medidas urgentes que solucionen sus problemas más acuciantes, los maoístas están en un gobierno de coalición con nacionalistas madhesíes y “comunistas” de centro-izquierda y por tanto no tienen mucho margen para actuar por la vía institucional.

India y China no favorecerán la implantación del socialismo en Nepal porque no ganarán nada con ello y sí pueden perder bastante. Tampoco las principales potencias capitalistas internacionales como EUA y la UE. 97

Los arriba enumerados, el ejército y los partidos de la oposición no quieren que los ex-guerrilleros maoístas entren en las fuerzas armadas y los primeros, que están en una situación paupérrima en los campamentos esperando buenas nuevas que no llegan, se desesperan. Entonces, los más jóvenes se van traslandando a la LJR que funcionan como un grupo paramilitar extorsionando a los disidentes o críticos, lo cual no es exclusivo de los maoístas sino trasversal a diversos partidos de todo el espectro político (la derecha no los necesita tanto porque ya tiene al ejército y la policía).

Además de todo esto, los enfrentamientos entre maoístas reformistas y ortodoxos en el seno del PCN(m) se agudizan con riesgo serio de escisión futura en el partido.

Perfecto, un panorama muy “alentador”. Pero…¿y dónde queda el pueblo nepalés? Seamos más exactos: ¿Qué ocurre con los pobres de Nepal? ¿Qué ocurre con los campesinos sin tierras, los trabajadores, el lumpemproletariado (trabajadores pero con mucha peor suerte) y en general todos los que más sufren la pobreza, la desigualdad y la violencia en Nepal? ¿Qué sucede con ellos, con los que confiaron con su voto en los maoístas como agente de cambio? Pues que tienen prisa, y como no empiecen a ver resultados tangibles pronto, podrían verse dos actitudes muy diferentes. La primera consistiría en “pasar” de la política y volver a la ley de la selva, al darwinismo social y a ver cómo se pueden “resolver” su día a día. 98 La segunda sería la violencia directa, la rebelión, la vuelta a las montañas y al drama de la guerra. Al fin y al cabo, la que ya hemos constatado una y otra vez durante la historia de tantos otros lugares donde la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades marcan a fuego a todas las personas bajo un destino aciago de falta de oportunidades.99

Así que siguiendo el consejo de Jan Oberg, director de la Transnational Foundation for Peace and Future Research (TFPFR), que viene a decir que criticar por criticar es una pérdida de tiempo, quiero hacer mi humilde aportación después de este breve ensayo sobre la situación nepalesa. Mi “propuesta en voz alta” iría dirigida principalmente a todos aquellos que, comunistas o socialistas sinceros o simplemente gentes de buena fe, de verdad quieren acabar con este sistema de opresión, explotación y pillaje legalizado llamado capitalismo y susbtituirlo por el único justo posible: el socialismo. O lo que es lo mismo, por el “Mínimo Común Múltiplo Posible” sobre el que comenzar a caminar hacia esos nobles ideales.

Y la propuesta se resume en esta máxima: hagáis lo que hagáis hacedlo a cada paso con el conjunto del pueblo. Nazca o no de una iniciativa del mismo, que a la hora de implementarla por el gobierno, mediante el convencimiento, el debate democrático y la pedagogia, se haya convertido en su mandato. No hay mayor soberano que el pueblo, ningún compañero de viaje os dará tal legitimidad porque es el único que puede arrebatarla. Y esto no puede quedar en meras palabras, hay que establecer métodos de comunicación permanente entre los funcionarios dirigentes y el pueblo explotado. Hay que concretar este viaje conjunto, este espacio bidireccional permanente donde emisor y receptor alternan sus papeles para el futuro conjunto. Hace falta establecer métodos de verdadera democracia directa incluyendo la revocabilidad de todos los cargos. 100 Pero desde ya mismo.

¿Cómo? Predicando con el ejemplo en los partidos políticos y/u organizaciones ciudadanas que digan trabajar por este cambio. Porque hoy como ayer, no hay mejor prédica, no hay mejor modo de que la planta crezca que con las semillas de la praxis, de la coherencia entre lo que se dice y lo que realmente se hace. Todo lo demás, si se alcanza el poder, será lo mismo que ha pasado una y otra vez en la historia de los “socialismos realmente existentes”. Esto es, que una suerte de líderes más o menos instruídos, más o menos iluminados, han ido implantando sus “geniales” planes de ingeniería social, sus complicadas teorías” marxistas-leni..-maoís..-trotskis…-prachandis…-…istas-etc…” queriéndose alzar con la verdad del marxismo como si éste fuera una especie de nueva religión o dogma de fe; cuando no deja de ser una herramienta cultural (como cualquier otra herramienta) del hombre. Y como muchos inventos y hallazgos del ser humano, se puede utilizar para ayudar a liberarlo o para apresarlo. Se puede utilizar el cuchillo para cortar la comida o para clavárselo al prójimo.

El marxismo nació como una teoría encaminada hacia un fin liberador, como una herramienta de crítica del injusto orden existente. Más tarde el llamado marxismo-leninismo fue una esperanza para muchas personas que luchaban desde la resistencia. Pero, hay que ser francos, como doctrina de gobierno en su gran mayoría ha sido un desastre. Quizás por su deformación estalinista, por supuesto. Ni Marx ni Lenin fueron dioses, y desde luego cometieron errores como cualquier ser humano. Se equivocaron, fallaron en algunas predicciones, en ciertos análisis, incluso obraron mal y no hay que tener miedo en afirmar esto. Simplemente hay que ser honrado y entender que la autocrítica es el mejor antídoto contra la artrosis de la resistencia democrática anticapitalista. Ello no quita, de más está decirlo, el incalculable mérito de las aportaciones de estos pensadores revolucionarios. Pero tenemos que afirmar sin miedo que en el socialismo, entre las filas de las organizaciones que porten su bandera, no puede existir ninguna “vaca sagrada”. Por tanto hacer de Marx o de Lenin el nuevo Jesucristo o Mahoma no es el camino. Como tampoco lo es el realizar carteles de varios metros del “líder” reciente de turno. 101 En cambio, la máxima: “igualdad entre la diversidad de semejantes” se me presenta como una feliz síntesis de estos planteamientos.

Pero vayamos al grano…¿Qué pasó/pasa con el marxismo en el poder? Quizás, en primer lugar, habría que precisar que lo que se ha venido llamando “marxismo-leninismo” (estalinismo según otros) cogía prestado de Marx y de Lenin sólo aquello que le interesaba, interpretaba/inventaba lo que no estaba escrito y olvidaba, por ejemplo, todas las medidas de carácter democrático que predicaron sus creadores para evitar los abusos de poder de los funcionarios dirigentes. 102 Estamos cansados de ver cómo una y otra vez las revoluciones son traicionadas por los mismos que encabezaron sus luchas. La frase de la “Dictadura del Proletariado” se ha sacado de contexto y se ha igualado a la “Dictadura del Partido Único”. 103 Esta afirmación, pretendido axioma marxista, es simplemente una falacia en el mejor de los casos y debe pasar a la historia como una herramienta obsoleta para la construcción del socialismo. Y decir lo anterior no significa aceptar la democracia burguesa, en absoluto, sabemos de sobra que no es verdadera democracia. 104 La democracia real existirá cuando haya igualdades de oportunidad entre los candidatos a presentarse, a dirigirse a la ciudadanía, a dar a conocer sus propuestas, a enfrentarlas en debate público, etc.

Estupendo, todo esto es muy bonito, suena bien pero…¿Cómo llegar a ello?, ¿se puede alcanzar el socialismo (y por tanto la Revolución Socialista) sin utilizar métodos violentos? Marx dijo que la revolución sería violenta, no porque fuera un hombre sediento de violencia y guerra, sino porque pensaba que las clases poseedoras, las clases dirigentes, no cederían sus privilegios sin utilizar la violencia 105 (no ellos, por supuesto, sino los mercenarios que contratarían/contratan para defender sus intereses). Ciertamente, y lamentablemente, la historia le ha dado la razón a Marx. 106 No ha existido en ningún país un gobierno que haya transitado al socialismo sin sufrir la violencia de las clases poseedoras. El reformismo dentro del sistema político burgués, de su mediocre democracia (en el sentido que no es completa), siempre ha impuesto sus límites. Dependiendo del papel que ese país o región tuviera dentro del sistema mundial capitalista en ese momento histórico concreto los límites eran unos u otros. Incluso en un país como Suecia, la propuesta de Rehn-Meidner propuesta en 1976 (no la anterior de los cincuenta), pese a su etapismo y buena voluntad; fue brutalmente contestada por la patronal en un país “tan educado” como el nórdico. 107

Dicho esto, ahora viene la otra cara de la moneda y es la siguiente: en todo país que se ha producido una revolución violenta, después de un modo más o menos brutal, más o menos descarado, más o menos adecuado, las élites revolucionarias o guerrilleras han permanecido en el nuevo poder gubernamental hasta el fin de sus días. 108 Esto al margen del aprecio que tengamos a ciertos personajes históricos o a las proezas que realizaron en su momento, nos debe llevar a una crítica radical de un hecho evidente: no ha existido jamás después de estas revoluciones una auténtica democracia, un verdadero poder del pueblo ni un control efectivo sobre su clase dirigente en ninguno de estos países (y el chivo expiatorio del imperialismo, teniendo su parte de razón, no alcanza para “la cuadratura del círculo”). ¿Ello significa que no se hayan producido mejoras en la sanidad o en la educación por poner dos tópicos en estos países? Claro que no. La vida de su población ha podido mejorar pero ha quedado expuesta a que la nueva dirigencia (mediante remplazo generacional de la antigua tendencia mayoritaria o el cambio de la minoritaria en mayoritaria dentro del mismo partido único, por mucho que se prohíban las tendencias ) 109 tomara otros derroteros, a menudo contradictorios a los de la primera élite (normalmente más apegada a los valores “revolucionarios”). Por tanto el pueblo quedaba expuesto a que el “rey sucesor” fuera tan bueno como el “rey anterior”. 110 Y esto, evidentemente, no es democracia. Sin democracia real no hay posibilidad de mantener una sociedad sin pobreza, sin desigualdades y en libertad. No hay posibilidad porque, quien ostenta el poder, intentará monopolizar y legalizar esa situación a priori transitoria, con la cobertura de la nueva superestructura legal que garantizará que ellos y su prole seguirán viviendo igual de bien. 111 No hay posibilidad sin que el pueblo pueda elegir, y el pueblo debe elegir. Hay que empoderarlo, darle las herramientas de control democrático y a la vez educarlo para que efectivamente las utilice. Los ciudadanos deben, una vez tengan este poder, sentir la responsabilidad de ejercerlo, de no delegar, porque un individuo se puede equivocar (o corromper) más facilmente que el conjunto del pueblo, aunque sea como mínimo, por simple aritmética.

Pongamos un sencillo ejemplo concreto de lo que estoy aquí planteando. Imaginemos que ya se ha producido la revolución socialista (sin entrar a valorar cómo se ha producido). Entonces se plantea la gestión democrática directa de la que hablo. Concretemos cómo funcionaría en un hospital. Por supuesto el primer paso será que el hospital fuera colectivizado, sociabilizado, en caso de estar en propiedad/uso privado/a.. ¿Cómo sería esta gestión? Los trabajadores que allí laboraran (médicos, enfermeros, mecánicos, limpiadores, etc) más sus usuarios (ciudadanos que por proximidad estuvieran englobados en la zona sanitaria del hospital) serían los que gestionaran el centro en asambleas. Durante el período inter-asambleario una comisión elegida democráticamente mediante voto secreto haría las veces de dirección. Esta dirección sería revocable en todo momento en cualquier asamblea. Por petición de uno sólo de sus miembros se debería someter a referéndum entre los asambleístas (o sea trabajadores y usuarios) siempre que estuviera especificada en la orden del día con adelanto de sobra para que todo el mundo supiera lo que allí se va a debatir. Por otra parte, los trabajadores del centro deberían ser también usuarios obligados del mismo (la otra contradicción olvidada por el marxismo: trabajador/usuario ), 112 siempre que las condiciones materiales así lo hicieran posible y estableciendo un límite de casos que no cumplieran esta máxima (por otra parte no sería tan grave porque la línea de centros médicos sería única y pública). Los usuarios y personal se preocuparían de que los demás hicieran bien su trabajo y esto ocurriría porque efectivamente podrían (legal, democrática y eficazmente) pedirles cuentas, exigírselo y en caso que no cumplieran su cometido, revocarlos.

Al ser todos los trabajadores usuarios por igual, desde el mecánico hasta la jefa de cirugía, garantizarían una buena gestión y un buen rendimiento laboral, porque su salud dependería de ellos. Porque, ¿de qué sirve nacionalizar el hospital si luego la élite dirigente se va a los privados a curarse?, ¿de qué sirve incluso nacionalizarlos todos si luego la élite se marcha a los públicos que mejor funcionan haciendo uso de sus relaciones personales/contactos/enchufes? Por tanto y como estamos cansados de ver cómo la “élite revolucionaria” tiene las manos libres para ir a donde quiera; hay que exigir que los dirigentes sean a su vez dirigidos y cuando no se pueda (por tiempo o medios), deben poder ser revocables en todo momento si se considera que lo han hecho mal, revocables democráticamente por el conjunto de usuarios y trabajadores. Con el actual desarrollo tecnológico de la informática sería perfectamente posible y su coste sería perfectamente asumible.

Conectando lo dicho con el tema del presente ensayo; no podemos decir si los dirigentes maoístas ahora en el gobierno son unos “traidores aburguesados” o buscan el reformismo mirando sus intereses y no los públicos. No lo podemos saber. Tampoco podemos saber si son unos tipos brillantes que tienen una información de la que carecemos el resto de los mortales (tipo amenazas explícitas de la India, de China, de EUA, de la UE…) y se mueven por los mejores cauces posibles dentro de un complicado puente colgante para equilibristas . Tampoco lo podemos saber. Por lo menos ahora no, y quizás nunca. 113 La asimetría del acceso a la información y la falta de diálogo entre elegidos y electores no lo permite. No lo podemos saber. En cambio, lo que sí podemos saber es que si por no establecer la democracia permanente de la que he hablado antes u otros métodos que vayan en esa dirección, el pueblo nepalés sale un buen día a la calle manifestándose por cortes del suministro de luz, por el encarecimiento de los alimentos o por cualquier otra justa demanda, y el gobierno cargara contra ellos buscando no asustar a los inversores extranjeros “que son necesarios para buscar la imprescindible acumulación de capital para poder dar posteriormente el salto a la economía socialista” 114 , entonces, lo que sí podríamos afirmar claramente es que en ese momento el gobierno estaría contra el pueblo, por encima de él y no a sus órdenes. El pueblo al margen de las intenciones de Prachanda y compañía, percibiría que el gobierno estaría contra sus intereses. Podría llegar a visualizarlo como un enemigo, lo fuera o no realmente, precisamente por no existir estos cauces democráticos de los que hablábamos.

En definitiva: el socialismo no se resume en la consigna “Todo por el pueblo, pero sin el pueblo”. Eso se llamó, se llama y se llamará siempre: absolutismo. 115 Contra el absolutismo del Capitalismo: Socialismo; contra el absolutismo del Partido: Democracia.

Puede que todo esto no sean más que divagaciones de un socialista de un país capitalista enriquecido (por ahora) que escribe desde la comodidad de su hogar donde no falta nada de lo necesario. Puede. Pero hay ciertos aspectos de las dinámicas históricas del presente que se ven mejor desde lo lejos, no inmerso en el ruido de los acontecimientos, sino desde la distancia, como un artista que debe alejarse del lienzo para no perder las proporciones de la obra que está realizando. También es posible. En todo caso, mis mejores deseos para el pueblo nepalés y sus luchadores honestos.

Buena suerte.

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