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¿QUIEN ESTÁ DETRÁS DE LA SIP?

Antes de rendir pleitesía a los oligarcas de la SIP, el supuesto izquierdista Fernando Lugo se hubiera hecho la pregunta del título: ¿Quién está detrás de las SIP?


Antes de rendir pleitesía a los oligarcas de la SIP, el supuesto izquierdista Fernando Lugo se hubiera hecho la pregunta del título: ¿Quién está detrás de las SIP?

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), es la asociación de editores y directores de diarios, periódicos y agencias informativas de América. Creada en 1943, en La Habana como resultado de la Comisión Permanente del II Congreso Panamericano de Periodistas (Ciudad de México 1942).


Tiene a su cargo el Instituto de Prensa de la SIP y el Fondo de Becas de la SIP. Otorga anualmente los Premios SIP.

La SIP es miembro de la Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión (IFEX), una red mundial que agrupa a las asociaciones más importantes supuestamente en “defensa de la libertad de expresión”. La mayoría de sus integrantes son propietarios de medios de comunicación, por lo tanto no defienden a los periodistas y a la libertad de expresión sino a los intereses que rodean a sus empresas de comunicación.



Sus principales objetivos son:

”Defender la libertad de prensa donde quiera que se impugne en las Américas, Proteger los intereses de la prensa en las Américas, Defender la dignidad, los derechos y las responsabilidades del periodismo, Alentar normas elevadas de profesionalismo y conducta empresarial, Promover el intercambio de ideas e información que contribuya al desarrollo técnico y profesional de la prensa, Alentar un conocimiento amplio y un mayor intercambio de información entre los pueblos de las Américas en apoyo a los principios básicos de una sociedad libre y de la libertad individual”.

Sin embargo la “cara amable” de la SIP dista mucho de su verdadera realidad:

La SIP es una organización de Estados Unidos que reúne a los grandes dueños de periódicos, diarios y canales de televisión de ese país y de América Latina-Canales entre los que encontramos a Telemundo y Univisión, Canal 13 de Perú, Canal 9 de Argentina, Chilevision, Globovision de Venezuela, Tv Azteca, Galavisión y Televisa de México, Caracol y City Tv de Colombia entre otros-.

En la práctica, la SIP opera como brazo periodístico del gobierno estadounidense en la región interamericana, como un complemento imperial facilitador de las políticas regionales del departamento de Estado y del Pentágono que tiene como objetivo lograr difundir e imponer en la ciudadanía hispana las premisas del movimiento neoconservador norteamericano -recordemos que sus fundadores fueron los agentes de la CIA Jules Dubois y Joshua Powers, y el funcionario del Departamento de Estado, Tom Wallace-. Los grandes dueños estadounidenses de periódicos manejan a la SIP con una visión del mundo que coincide con la óptica del poder imperial de Washington, arrastrando consigo a la comparsa de las oligarquías propietarias de periódicos de América Latina.

La acción puntual de la SIP es lograr materializar la Guerra de Cuarta Generación (Fourth Generation Warfare - 4GW), término usado por los analistas y estrategas militares para describir la última fase de la guerra en la era de la tecnología informática y de las comunicaciones globalizadas- premisa de los Neoconservadores representados en los medios de su propiedad a nivel mundial-.

Este postulado comenzó con la formulación de dicha teoría en 1989 cuando William Lind y cuatro oficiales del Ejército y del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos, titularon un documento: "El rostro cambiante de la guerra: hacia la cuarta generación". En su definición técnica, "Guerra Psicológica", o "Guerra sin Fusiles", es el empleo planificado de la propaganda y de la acción psicológica orientadas a direccionar conductas, en la búsqueda de objetivos de control social, político o militar, sin recurrir al uso de la armas.

Esta estrategia de engaño es develada de manera magistral, directa por Ernesto Carmona en su ensayo La SIP: los amos de la prensa (en América Latina):

“La teoría y la práctica del engaño pretenden hacer creer a los lectores que los propietarios de periódicos son también los dueños de la verdad. Se atribuyen facultades de superioridad sobre la sociedad que nadie nunca les otorgó y actúan como si hubieran sido elegidos para formar parte del Estado según el concepto de la separación de los poderes. Los ciudadanos de la región mal que bien eligen a sus presidentes, legisladores y muchas veces éstos diputados o senadores designan a los jueces. Desde la Revolución Francesa se conforman así los poderes clásicos del estado burgués: ejecutivo, legislativo y judicial. Pero nadie puede elegir a los diarios que desearía leer y menos, los contenidos que le gustaría conocer. La noticia, a menudo tergiversada y maliciosamente comentada, se impone con la fuerza que sólo la riqueza de sus dueños otorga a la tinta y al papel”.

Por lo anterior, no es de sorprendernos que en la plana mayor de este notable circulo “demócrata” aparezca un periodista “integro” como lo es Enrique Santos Calderón- primer vicepresidente de la organización-, director del “siempre imparcial y equilibrado” periódico El Tiempo de Bogotá recientemente adquirido por el grupo editorial planeta, diario que se convierte en la fuente de primera mano a consultar con respecto a quienes son los “buenos” y los “malos” en la situación política colombiana por parte de la ciudadanía Latinoamericana-así calumnien, apoyen la desestabilización de gobiernos legítimos con fotos equivocadas y computadores de dudosa procedencia o encubran el accionar mafioso y asesino del paramilitarismo y sus socios en las esferas de poder colombiano-.

A nivel de contenidos la idea principal de la SIP es crear una división clara en la misma izquierda Latinoamericana, distanciarla hasta llegar a dividirla parcial o totalmente, diferenciándola de cara al mundo en la “buena izquierda” - la de aquellos países que han dado continuidad a la circulación del gran capital, protegiendo los bolsillos de los grandes conglomerados y no han impuesto barreras significativas a la especulación financiera de la banca transnacional- y la mala izquierda –La del famoso “eje del mal”, que se opone férreamente a ceder los intereses y bienes nacionales para favorecer a los grandes magnates particulares locales e internacionales-.

Otros objetivos puntuales en la agenda del neoconservatismo latinoamericano son: “venderle” al lector y televidente los supuestos beneficios de la apertura a ultranza de los mercados al capital norteamericano- representado en los tratados de libre comercio- mostrando esto como la “salvación”, apoyar a candidatos de la derecha y extrema derecha “maquillándolos” como “demócratas”, “defensores de la libertad” generadores de “progreso y modernidad” y mostrar a las comunidades étnicas y los movimientos sociales como grupos terroristas, reaccionarios, obsoletos, desestabilizadores del orden –Orden que para estas oligarquías obedece al concepto de “quien pone la plata manda e impone el orden”-.

A nivel de estrategia de comunicación –en el ámbito televisivo sobre todo- este movimiento neoconservador “bien representado” en la SIP y el GDA en Latinoamérica, obedece y se nutre de los mismos principios que sus mentores –CNN, CBS, ABC, NBC y FOX- por lo que no es de extrañarse que un noticiero de Antena 3 sea muy parecido a uno de la cadena o’globo o que a su vez al ver Abc news y luego algún noticiero de Globovision o Ecuavisa nos encontremos con muchas coincidencias en el manejo de información.

El manejo informativo que impone el neoconservatismo es global y obliga entre otros puntos a lo siguiente:

Primero: La percepción de la realidad se puee moldear. Mucha gente no tiene información directa de los acontecimientos y sólo los puede conocer y valorar por lo que escucha o dicen otros. Ocupar espacios en ese ruido informativo es por lo tanto fundamental para dar argumentos a quienes se desea “manipular” y a su vez hacer dudar a los otros, así se pierda parcial o totalmente la noción de lo que en realidad está pasando.


Ejemplos de lo anterior son los siguientes:

Un periodista de la cadena Globovision –Situación extraña por cierto ya que no involucra a la eternamente “imparcial” Ana Karina Villalba- entrevista a un empleado de un medio oficialista y le reprocha que no se haya sumado a una marcha de “periodistas” para reclamar que se respeten los derechos a la libertad de expresión. El empleado le dice que su pensamiento no es ese con respecto al tema y que va a participar en otra marcha –Contra los traidores de la profesión-, lo que desata la respuesta iracunda del periodista de Globovision quien le suelta y le quita el micrófono al entrevistado sin dejarle responder. Acto seguido el colérico entrevistador se lanza en ristre contra Chavez, el gobierno, el comunismo, los dictadores, etcétera. Todo este “show” toma nueve minutos y finaliza con un abrupto corte comercial.

En su afán de darle un tinte “amarillo” a la situación entre Colombia y Ecuador, el periódico El Tiempo publico una foto –según el diario suministrada por la Policía Colombiana- en la que según la primera versión, Gustavo Larrea –canciller de Ecuador para ese entonces- aparecía en fotos “comprometedoras con Raúl Reyes- segundo hombre de las FARC-. De lo anterior se hizo eco a nivel mundial, se polemizo a más no poder, se saco el mayor provecho hasta el momento en que finalmente se supo que el de la foto no era él, sino el dirigente del Partido Comunista Argentino Patricio Etchegaray, lo que detonó un escándalo en el preciso momento en el que la OEA discutía una resolución para dirimir la incursión colombiana en Ecuador.

Con respecto a los casos anteriormente nombrados, es importante reflexionar sobre cómo esta sobrestimulación sensorial y cognitiva obliga a que los mensajes tengan que ser cada vez más impactantes para que primero se procesen y luego se retengan, por ello, no es de extrañar que estos medios manipuladores incluyan música que le de suspenso al mensaje, imágenes y textos de tipo amarillista así como comentarios que sugieren una postura política al televidente por parte de los presentadores. Esta dinámica nos está conduciendo a una información cada vez más burda y sin contenidos profundos, que nos hace a la vez menos sensibles, resistentes a los estímulos.

Segundo: Descalificar al político en lugar de criticar sus políticas. No es que se esté en desacuerdo con tal o cuál propuesta, sino que quien lo propone es incapaz, flojo, sin ideas etc. La técnica neo con exige destruir la confianza en las personas y en los dirigentes políticos ya que, según ellos, no hay tanta diferencia entre las políticas a aplicar. El problema no es qué hacer, sino quién lo hace. Por eso llegan al absurdo de criticar cosas que hacen otros aunque sean idénticas a las que hicieron ellos cuando gobernaban- caso Rafael Caldera, Andrés Pastrana entre otros-.


En la reciente pugna por la alcaldía de Bogotá los contendores, Enrique Penalosa –respaldado por Álvaro Uribe- y Samuel Moreno –Del movimiento de izquierda Polo Democrático Alternativo- se vieron enfrentados y en el caso de Moreno, este tuvo que verse expuesto a una campaña dentro de la misma campaña –soportar la parcialización de la prensa en sus entrevistas, ir a debates electorales en donde el moderador restringía el campo de acción de sus respuestas, responder preguntas malintencionadas hechas con el fin de hacerle cometer errores en debates televisados entre otros-. La cresta de esta “ola” se vio cuando el mismo presidente Uribe en uno más de sus cientos de ataques verbales contra la oposición no tuvo ningún reparo en decir “Que no se equivoquen allá (…) eligiendo alcaldes respaldados por la guerrilla y que además compran votos”, en clara alusión al candidato del polo (3). Esto sucedió en la víspera de las elecciones sin ningún tipo de reproche o rechazo por parte de unos medios que mantuvieron una posición permisiva, cómplice, casi descarada en esta situación.

Los ataques de la prensa y el mismo presidente fueron sorpresivamente interpretados por los electores de manera contraria. La gente supo leer muy bien la mala intención de la “maquinaria” contra Moreno y se identifico mas con el candidato que a pesar de todo siguió yendo a los debates –posición contraria a lo que hizo Peñalosa al inicio de la campaña quien se negó a ir a varios de estos a pesar de tener el campo a su favor-. Moreno declararía al respecto: Pero el que armó esta campaña contra mí me hizo un gran favor, porque la gente está indignada y en los recorridos nos ha dado su afecto y apoyo". (4)

La manera arrogante de Peñalosa fue opacada por la calidez y humor de Moreno quien sabiendo la desventaja mediática que tenia, supo recorrer de manera inteligente la ciudad para mostrar sus propuestas contrario a su retador quien se dedico a hacer “lobby” en foros de empresarios y en Universidades privadas; En uno de esos debates televisados de manera cómica Moreno dejo en claro el lugar que le correspondía: "Aquí estoy jugando de visitante: la cancha, el árbitro y hasta las porristas están a favor de Peñalosa", dijo, en alusión a que EL TIEMPO, propietario de Citytv, se declaró en sus editoriales a favor de Enrique Peñalosa”. (5). Finalmente todo culmino con una victoria avasallante de Samuel Moreno en las urnas a pesar de los cientos de ataques y rumores lo que provoco la ira una vez más del presidente Uribe quien posterior a la elección se negó a entrevistarse con el nuevo alcalde en repetidas ocasiones (6).

Tercero: No hay adversarios sino enemigos. La pugna política no es entre partidos u organizaciones que defienden intereses, visiones o posiciones distintas en un espectro político en donde hay unos requisitos mínimos de convivencia y respeto, sino entre grupos que no tienen nada en común
–Evo Morales es un indio comunista ¿Cómo un indio comunista nos va a gobernar a nosotros los blanquitos cruceños?: independicémonos de esos coyas-.

En últimas se obliga al ciudadano promedio a pertenecer, a parcializarse totalmente y a limitar su espacio de decisión a una sola respuesta: O conmigo o contra mí es la esencia de este planteamiento que se extiende otros entornos diferentes al político. Sólo la victoria total para llegar al poder, es una opción. No importa que “mala jugada” haya que hacer para lograr estar ahí o acceder a él –computadores adulterados señalando a gobiernos o partidos de oposición “herejes”, marchas burguesas reclamando “mejores garantías” para los humildes exportadores de soya-, porque se hará lo que se pueda o lo que sea necesario para mantenerse en él.

Esta estrategia de confrontación directa alimentada y utilizada de manera sutil, a veces manera descarada, por los medios de comunicación corporativos para cubrir las noticias en el mundo entero –estos son los buenos y estos otros son los malos, por lo tanto no hay nada que negociar o consensuar-, ha sido una de las premisas históricas de los neocons que ante la imposibilidad de hacerla posible en lo político y sobre todo en el campo militar antes del 11 de septiembre –sobre todo en la época Reagan- llevaron el enfrentamiento al campo publicitario en donde el objetivo era enfrentar un producto de manera directa con otro –entre cocacola y pepsi por ejemplo- . Esta confrontación directa probada con éxito en el marketing se traslado posteriormente a lo que hoy se denomina marketing político en la base de las campañas políticas–sobre todo presidenciales-. Un ejemplo de esta estrategia tuvo lugar en Paraguay donde la guerra mediática frontal contra Fernando Lugo se instauró desde los medios más influyentes en la opinión paraguaya- cadena Multimedia (Diario Popular, Radio UNO y Radio Laser) y el grupo Nicolás Bó -propietaria del diario Noticias, Radio Cardinal y Canal 13 (7)-.

La estrategia se empezó a intensificar a medida que se iban acercando los comicios del 20 de abril, a menos tiempo de la elección, mayor deslegitimación contra Lugo especialmente a nivel internacional-. La agitada ofensiva televisiva contra el “demonio” Lugo fue subiendo de tono hasta el punto de que el mismo presidente Duarte Frutos empezó a hacer campaña a favor de su ministra –Blanca Ovelar candidata del partido colorado y ministra de educación- utilizando la especulación como herramienta, primero afirmando que habían ingresado a Paraguay "agitadores sociales" traídos de Venezuela, Ecuador y Bolivia y luego expresando abiertamente que eran seguidores del ex obispo que llegaban al país para hacer un caos.

Posteriormente la afirmación del presidente no se quedo en simples palabras, y la "cacería" de “posibles agitadores” extranjeros se intensificó.

Los primeros “conejillos de indias” fueron un grupo de seguidores colombianos que vinieron a presenciar el partido por la copa Libertadores de América entre el Nacional de Medellín y Sportivo Luqueño, y que se quedaron en Asunción mientras llegaba el momento de partir hacia Sao Paulo donde ese mismo equipo jugaría con el equipo local. Los hinchas fueron apresados y encarcelados en la comisaría 15ª, Metropolitana y posteriormente liberados.

Seguidamente, el rumor- uno de los fuertes de los medios de comunicación para generar percepciones erróneas de sus enemigos- de posibles atentados terroristas llegó a su momento más crítico con lo sucedido en el hotel donde estaban hospedados los observadores internacionales, lugar donde se recibió una llamada anónima de amenaza de bomba unos días antes de las elecciones –llamada de dudosa procedencia-.

Posteriormente dicho evento fue desmentido por los propios observadores de la OEA quienes de acuerdo al análisis que realizaron, contradijeron al jefe de Estado y dijeron que en Paraguay no había tales agitadores –todo resulto ser una burda cortina de humo, estrategia bien conocida por los políticos hegemónicos latinoamericanos-.

Todo lo anterior sucedió mientras los medios controlados por el grupo Wasmosy y la familia Bo en asocio con la SIP y el mismo partido colorado le daban el “adecuado cubrimiento” a la situación: Desestabilizar psicológicamente a la población por medio de atentados “fantasma” y amenazas de dudosa procedencia, aterrorizarla mientras mostraba a su beneficiario –En este caso el continuismo de la casta “colorada”- como el único partido que puede proteger a la ciudadanía de la amenaza terrorista- encarnada en el “demonio” Lugo al cual se le relacionaba con Opresión, Dictadura y Fundamentalismo mientras sus contendores se les exponía como los defensores de la democracia –palabra relacionada con Libertad, Estado de Derecho y Mundo Libre según su léxico que nunca acude a la memoria-. En ultimas el mensaje final apuntaba a lo mismo “si votas por Lugo vamos a quedar en manos de los terroristas”.

Como hemos visto, la técnica del neo conservatismo mediático acude a cualquier tipo de artimañas con tal de lograr lo que se quiere pero tiene un problema básico: carcome desde sus entrañas la democracia tal y como la entendemos ya que excluye la razón y el debate que es la esencia conceptual y práctica de las democracias actuales.

Así, de forma paradójica, quienes se dicen llamar “los abanderados de la democracia y el orden existente”, son quienes están actuando para omitir dar información completa, oportuna, con análisis y propuesta, con diversos puntos de vista y contextos, sobre los procesos sociales, sus etapas, sus actores y funciones, precisando metas y logros, todo lo anterior con el fin de darle al receptor herramientas útiles para opinar, para educarse sobre sus deberes y derechos, orientándolo a generar opinión mediante el debate público articulado.

Aquí el dilema planteado es que dichos medios han perdido toda ética social con respecto al manejo de la información y las reglas de juego de la democracia tradicional, sustituyéndolas por un espectáculo agresivo, de confrontación total y permanente contra todos y contra todo. Visto desde afuera, la técnica mediática del neoconservatismo tal vez asegure el raiting –tan indispensable en un ámbito mercantilizado y poco ético que se alimenta de la pauta publicitaria-, tal vez asegure televidentes y lectores –seres maleables que obedecen a estímulos periódicos de choque, receptores no de noticias sino de“comidilla” y “rumores”- dándole un contexto de “conventillo” a la emisión de información, proceso no ajeno al encubrimiento y la manipulación premeditada entre lo “políticamente rentable” y lo “políticamente susceptible de ser omitido”. Esta intención tacita anteriormente descrita de los medios neo conservadores reunidos en la SIP es resumido de la siguiente manera en palabras de George Orwell: "existe un acuerdo general y tácito sobre ciertos hechos que 'no deben' mencionarse. Esto es fácil de entender mientras la prensa siga tal como está: muy centralizada y propiedad, en su mayor parte, de unos pocos hombres adinerados que tienen muchos motivos para no ser demasiado honestos al tratar ciertos temas importantes". Mientras lo anterior siga ocurriendo la ciudadanía no tendrá que dedicarse a leer y ver noticias que provienen de medios de comunicación “responsables”, sino por el contrario tendrá que aprender a “leer entre líneas” “analizar” y “codificar” los contenidos confrontados con el fin de quitarse la venda que le supone la información recibida. Cuando esto realmente ocurra, quienes intervienen en este proceso tendrán que entrar a cuestionar lo que anteriormente asumían como algo irrefutable: los medios masivos de comunicación nunca mienten.

http://pandolfidigital.blogspot.com

(1) Diario la nación: El mundo baila con Strauss por Josep María Ruiz Simón.

(2) Agencia de Prensa Mercosur : La CIA impulsa campaña de prensa en América Latina (Víctor Ego Ducrot)

(3) Radio Santafé: El presidente Uribe descalifica a Samuel moreno; el polo democrático responde

http://www.radiosantafe.com/2007/10/26/el-candidato-samuel-moreno-rechaza-apoyo-de-las-farc/

(4) (5) Observatorio de Medios: Intenso pulso Moreno-Peñalosa

http://www.mineducacion.gov.co/observatorio/1722/article-137061.html

(6) El izquierdista Samuel Moreno logra la alcaldía de Bogotá

http://www.elconfidencial.com/cache/2007/10/28/23_colombia.html

(7) Los medios masivos de Comunicación y la Construcción de la Hegemonía Por Omar Valenzuela. …………..

La Sociedad Interamericana de Prensa critica a todos los países que van en la línea contraria a los intereses que defiende. Ya lo hizo en Venezuela, Bolivia, Nicaragua y ahora lo hace contra Ecuador.

En Venezuela, las autoridades aseguraron que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) no es un estado supranacional, por lo cual no tiene competencia para intervenir en asuntos internos de los países. Esta organización se ha convertido en un partido mediático de la oposición, y como muestra se evidencia el intento de subordinación de la voluntad de un pueblo a sus intereses.

No es la Sociedad Interamericana de Prensa quien legitima los procesos de elecciones en el país, y es por esta razón que consideró de injerencia la pretensión de establecerse como instancia contralora. Reflejaron la poca preocupación que tiene el Gobierno Bolivariano acerca de la asistencia de esta organización al próximo proceso electoral en Venezuela.

Quienes acusan al gobierno ecuatoriano al interior de la SIP son representantes de medios de comunicación a los que el presidente Rafael Correa, ha criticado por sus imprecisiones y en muchas ocasiones mentiras, los que aseguran que el Jefe de Estado agrede a los periodistas.


f17digital.blogspot.com

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