Caracas, 29 Abr. ABN.– La telaraña que se comenzó deshilvanar en Bolivia luego de que la policía de ese país desbaratara un célular de supuestos terroristas que planeaban el asesinato del presidente Evo Morales, sigue mostrando vértices y conexiones entre individuos y grupos de ultra derecha que operaban en el Oriente boliviano, zona de referencia para políticos y grandes empresarios opositores.
En este mapa de complots contra el gobierno nacional, aparecen personajes como Alejandro Peña Esclusa, ex militares golpistas argentinos y agrupaciones de la talla de UnoAmérica, contracara creada por la derecha vernácula Latinoamericana a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Frente a los intentos desestabilizadores, el presidente Morales advirtió este miércoles que si los grupos radicales de derecha logran matarlo, como lo están intentado, habrá un gran levantamiento del pueblo.
“Estaban preparándose para matarme, yo digo compañeros y compañeras a eso es lo que tengo miedo, si me matarían yo creo que habría un gran levantamiento del pueblo, grave sería eso, eso es lo que tengo miedo a un levantamiento del pueblo”, aseveró el Jefe de Estado durante el IX Congreso Departamental de Mujeres Campesinas Bartolinas Sisa, que se realiza en la ciudad de Cochabamba.
Durante esta jornada, la fiscalía boliviana confirmó el arresto de dos personas más, ambas miembros de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), por estar supuestamente vinculadas con el grupo neutralizado el pasado 16 de abril, en el hotel Las Américas, de la ciudad de Santa Cruz.
Luego de una operación policial fueron apresados Juan Carlos Gueder Bruno, de 48 años de edad, alias Comandante Bruno, y Alcides Mendoza Mafavies, alias Comandante Mojeño.
La UJC, grupo al que pertenecen, es una entidad extremista tristemente célebre por sus ataques a pobladores indígenas y por su adhesión abierta a políticas fascistas en Bolivia.
En abril de este año, un operativo policial desarticuló a un grupo de terroristas, donde fueron abatidos el boliviano Eduardo Rozsa Flores, el irlandés Michael Dwyer y el rumano Magyarosi Arpak, además de ser apresados el húngaro Elod Tóasó y el ex militar boliviano, con nacionalidad húngara, Mario Tadik.
El fiscal que investiga el caso, Marcelo Sosa, adelantó que se podrían revelar nombres de empresarios asociados al financiamiento de los extremistas y que existiría la posibilidad de que sean citados a declarar.
Sobre el abogado de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz, Alejandro Melgar Pereira, apuntado como posible cómplice, el fiscal dijo que probablemente este prófugo, pero de la misma forma será llamado por la justicia.
El letrado es acusado de la compra y venta del vehículo encontrado en el hotel Las Américas y cuyas llaves fueron halladas en la habitación de los terroristas abatidos.
Ahora se espera que se levante la reserva de la investigación para llevar a cabo una audiencia para hacer pública la información que contienen las cámaras fotográficas, memorias de computadoras y otros elementos, confiscados a los sospechosos.
Hasta el momento la investigación reveló que la célula desbaratada, integrada por europeos y bolivianos, poseía armas de diverso calibre y explosivo plástico C-4 que utilizarían para atentar contra el presidente Morales e integrantes de su gabinete, además de atacar al prefecto opositor del departamento de Santa Cruz, Rubén Costas y buscar la separación de esa región del resto del país, iniciativa respaldada en ocasiones anteriores por empresarios y líderes políticos cruceños.
De los Balcanes a Bolivia
El detenido en el operativo donde fueron abatidos tres supuestos terroristas, Elod Tóasó, era el eslabón informático de la célula de mercenarios internacionales desbaratada por la Policía, informó ayer la Agencia Boliviana de Información (ABI).
Según lo revelado, este ciudadano húngaro era el encargado de las operaciones para espiar y realizar escuchas telefónicas de la organización irregular descubierta.
A estos datos sobre Tóasó, se le deben agregar lo ya revelado sobre Rozsa Flores, Dwyer y Arpak, furibundos anti comunistas y participantes de la Guerra de los Balcanes a través de brigadas nacionalistas croatas.
El diario Opinión de Cochabamba publicó en su edición de ayer una fotografía de Tóasó, donde se lo puede observar portando un rifle con mira telescópica y destacó que este personaje devino a mercenario influido por Arpak y por Rozsa Flores.
La imagen fue captada en diciembre último en el exclusivo hotel de Santa Cruz, Buganvillas, donde la célula terrorista permaneció durante más de dos meses con el sustento de lo que Rozsa Flores afirmó en una entrevista concedida al periodista Andras Kepes, en Budapest, como sus “financiadores” o “contactos” en la nación andina.
El matutino cochabambino destacó que la gerencia del propio hotel reconoció el hospedaje de estos personajes que utilizaron para esa ocasión identidades falsas.
Por su parte, el embajador de Hungría en Bolivia, Matyas Józsa, deslindó las responsabilidades de Tóasó en los planes de magnicidio, expresando que “ese señor para mí está lejos de ser terrorista”.
Argumentando que al implicado “le invitaron a venir acá ofreciéndole que van a pagar esa cosa y tal cosa” y que “no sabía en que senda va a pisar”, el diplomático resaltó que el acusado “era joven y estaba buscando aventura y aceptó una cosa lo que yo creo que no había pensado”.
En Hungría, Tóasó era conocido por integrar un grupo de denominados szecklers, que se consideran a sí mismos descendientes directos de los húngaros puros.
Junto a Arpak integraban la célula militar de ultraderecha Szekely Légió, que sirvió en la guerra de Croacia de formación paramilitar y que detonó, en base de atentados terroristas, la guerra secesionista en la ex Yugoslavia, en la década de los ’90, indicó ABI.
En tanto, el también abatido Dwyer mantenía vinculaciones con grupos sociales de jóvenes cruceños y trabajó para la I-RMS, unidad antiterrorismo creada por el gobierno Irlandés, para más tarde ser parte de la seguridad de la petrolera transnacional Shell e integrar patrullas que reprimieron a campesinos del condado de Mayo.
Conexiones más allá de las fronteras
Después de conocidos los planes contra el gobierno de Morales, diferentes medios revelaron conexiones de los investigados por terrorismo con ex militares golpistas argentinos, organizaciones como UnoAmérica y dirigentes de derecha como el venezolano Alejandro Peña Esclusa.
Tanto el diario argentino Página/12 como la agencia de noticias colombiana Prensa Rural, publicaron trabajos donde se indican relaciones entre los mercenarios bolivianos y sus pares desplegados en América Latina.
Página/12 aseveró que Peña Esclusa, ex integrante de Tradición, Familia y Propiedad, tiene asiduas relaciones con el ex militar “carapintada” Jorge Monez Ruiz, ya que este es delegado de UnoAmérica, agrupación presidida por el venezolano.
El uniformado, que participó del intento de golpe de Estado contra el gobierno de Raúl Alfonsín en Argentina en la década del 80, habría viajado a Bolivia para contactar a Rózsa Flores.
“El ingeniero venezolano Alejandro Peña Esclusa, acérrimo opositor al gobierno de Hugo Chávez, es quien preside UnoAmérica, la cruzada por denunciar a los gobiernos 'izquierdistas' de América Latina. Bolivia y Venezuela encabezan las 'preocupaciones' de la organización que recluta “fieles” y financiamiento en la derecha de Colombia”, denunció Página/12.
Desde la Agencia Prensa Rural (APR), remarcaron que UnoAmérica está compuesta en Colombia por organizaciones como la Fundación Defensa Patria (FDP), adscrita a la Cuarta Brigada, y por la Federación Verdad Colombia (FVC), “cuyo origen se remonta a 1995, cuando las Fuerzas Militares crearon la ONG Centro de Análisis Sociopolíticos para contrarrestar las denuncias de las organizaciones de derechos humanos”.
“A partir de esta iniciativa, otras instituciones que compartían el mismo interés se unieron alrededor de la FVC, que es presidida por Miguel Posada Samper, alto ejecutivo del grupo financiero Bolívar, quien también es asesor en temas de seguridad del presidente Álvaro Uribe Vélez”, señalaron desde APR
En el artículo citado se explicó que al constatar a las fundaciones asociadas a UnoAmérica “surge la evidencia” de sus dependencias a órganos como la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID, en sus siglas en inglés) o la National Endowment Foundation (NED), señaladas en diversas ocasiones como instrumentos de injerencia de la CIA en América Latina.
Prensa Rural a su vez manifestó que UnoAmérica “está asociada a la Heritage Foundation, la misma cuyos integrantes redactaron los Documentos de Santa Fe uno, dos, tres y cuatro, entre otros, de nefastas consecuencias para América Latina”.
Sobre este mapa donde se vislumbra el tráfico de armas y el ingreso de forma ilegal de mercenarios a Bolivia, la justicia de ese país continúa recabando datos para sumarlos a los ya conocidos sobre el intento de atentar con Morales y su gabinete cuando se trasladaban en barco por el Lago Titicaca.
Planes como el mencionado, desde hace años se vienen descubriendo en países latinoamericanos, en especial Venezuela y Bolivia, donde las manos de la derecha y de la inteligencia estadounidense quedan cada vez más a la luz de los pueblos.
http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=179869&lee=16
AGENCIA BOLIVARIANA DE NOTICIAS
En este mapa de complots contra el gobierno nacional, aparecen personajes como Alejandro Peña Esclusa, ex militares golpistas argentinos y agrupaciones de la talla de UnoAmérica, contracara creada por la derecha vernácula Latinoamericana a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Frente a los intentos desestabilizadores, el presidente Morales advirtió este miércoles que si los grupos radicales de derecha logran matarlo, como lo están intentado, habrá un gran levantamiento del pueblo.
“Estaban preparándose para matarme, yo digo compañeros y compañeras a eso es lo que tengo miedo, si me matarían yo creo que habría un gran levantamiento del pueblo, grave sería eso, eso es lo que tengo miedo a un levantamiento del pueblo”, aseveró el Jefe de Estado durante el IX Congreso Departamental de Mujeres Campesinas Bartolinas Sisa, que se realiza en la ciudad de Cochabamba.
Durante esta jornada, la fiscalía boliviana confirmó el arresto de dos personas más, ambas miembros de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), por estar supuestamente vinculadas con el grupo neutralizado el pasado 16 de abril, en el hotel Las Américas, de la ciudad de Santa Cruz.
Luego de una operación policial fueron apresados Juan Carlos Gueder Bruno, de 48 años de edad, alias Comandante Bruno, y Alcides Mendoza Mafavies, alias Comandante Mojeño.
La UJC, grupo al que pertenecen, es una entidad extremista tristemente célebre por sus ataques a pobladores indígenas y por su adhesión abierta a políticas fascistas en Bolivia.
En abril de este año, un operativo policial desarticuló a un grupo de terroristas, donde fueron abatidos el boliviano Eduardo Rozsa Flores, el irlandés Michael Dwyer y el rumano Magyarosi Arpak, además de ser apresados el húngaro Elod Tóasó y el ex militar boliviano, con nacionalidad húngara, Mario Tadik.
El fiscal que investiga el caso, Marcelo Sosa, adelantó que se podrían revelar nombres de empresarios asociados al financiamiento de los extremistas y que existiría la posibilidad de que sean citados a declarar.
Sobre el abogado de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz, Alejandro Melgar Pereira, apuntado como posible cómplice, el fiscal dijo que probablemente este prófugo, pero de la misma forma será llamado por la justicia.
El letrado es acusado de la compra y venta del vehículo encontrado en el hotel Las Américas y cuyas llaves fueron halladas en la habitación de los terroristas abatidos.
Ahora se espera que se levante la reserva de la investigación para llevar a cabo una audiencia para hacer pública la información que contienen las cámaras fotográficas, memorias de computadoras y otros elementos, confiscados a los sospechosos.
Hasta el momento la investigación reveló que la célula desbaratada, integrada por europeos y bolivianos, poseía armas de diverso calibre y explosivo plástico C-4 que utilizarían para atentar contra el presidente Morales e integrantes de su gabinete, además de atacar al prefecto opositor del departamento de Santa Cruz, Rubén Costas y buscar la separación de esa región del resto del país, iniciativa respaldada en ocasiones anteriores por empresarios y líderes políticos cruceños.
De los Balcanes a Bolivia
El detenido en el operativo donde fueron abatidos tres supuestos terroristas, Elod Tóasó, era el eslabón informático de la célula de mercenarios internacionales desbaratada por la Policía, informó ayer la Agencia Boliviana de Información (ABI).
Según lo revelado, este ciudadano húngaro era el encargado de las operaciones para espiar y realizar escuchas telefónicas de la organización irregular descubierta.
A estos datos sobre Tóasó, se le deben agregar lo ya revelado sobre Rozsa Flores, Dwyer y Arpak, furibundos anti comunistas y participantes de la Guerra de los Balcanes a través de brigadas nacionalistas croatas.
El diario Opinión de Cochabamba publicó en su edición de ayer una fotografía de Tóasó, donde se lo puede observar portando un rifle con mira telescópica y destacó que este personaje devino a mercenario influido por Arpak y por Rozsa Flores.
La imagen fue captada en diciembre último en el exclusivo hotel de Santa Cruz, Buganvillas, donde la célula terrorista permaneció durante más de dos meses con el sustento de lo que Rozsa Flores afirmó en una entrevista concedida al periodista Andras Kepes, en Budapest, como sus “financiadores” o “contactos” en la nación andina.
El matutino cochabambino destacó que la gerencia del propio hotel reconoció el hospedaje de estos personajes que utilizaron para esa ocasión identidades falsas.
Por su parte, el embajador de Hungría en Bolivia, Matyas Józsa, deslindó las responsabilidades de Tóasó en los planes de magnicidio, expresando que “ese señor para mí está lejos de ser terrorista”.
Argumentando que al implicado “le invitaron a venir acá ofreciéndole que van a pagar esa cosa y tal cosa” y que “no sabía en que senda va a pisar”, el diplomático resaltó que el acusado “era joven y estaba buscando aventura y aceptó una cosa lo que yo creo que no había pensado”.
En Hungría, Tóasó era conocido por integrar un grupo de denominados szecklers, que se consideran a sí mismos descendientes directos de los húngaros puros.
Junto a Arpak integraban la célula militar de ultraderecha Szekely Légió, que sirvió en la guerra de Croacia de formación paramilitar y que detonó, en base de atentados terroristas, la guerra secesionista en la ex Yugoslavia, en la década de los ’90, indicó ABI.
En tanto, el también abatido Dwyer mantenía vinculaciones con grupos sociales de jóvenes cruceños y trabajó para la I-RMS, unidad antiterrorismo creada por el gobierno Irlandés, para más tarde ser parte de la seguridad de la petrolera transnacional Shell e integrar patrullas que reprimieron a campesinos del condado de Mayo.
Conexiones más allá de las fronteras
Después de conocidos los planes contra el gobierno de Morales, diferentes medios revelaron conexiones de los investigados por terrorismo con ex militares golpistas argentinos, organizaciones como UnoAmérica y dirigentes de derecha como el venezolano Alejandro Peña Esclusa.
Tanto el diario argentino Página/12 como la agencia de noticias colombiana Prensa Rural, publicaron trabajos donde se indican relaciones entre los mercenarios bolivianos y sus pares desplegados en América Latina.
Página/12 aseveró que Peña Esclusa, ex integrante de Tradición, Familia y Propiedad, tiene asiduas relaciones con el ex militar “carapintada” Jorge Monez Ruiz, ya que este es delegado de UnoAmérica, agrupación presidida por el venezolano.
El uniformado, que participó del intento de golpe de Estado contra el gobierno de Raúl Alfonsín en Argentina en la década del 80, habría viajado a Bolivia para contactar a Rózsa Flores.
“El ingeniero venezolano Alejandro Peña Esclusa, acérrimo opositor al gobierno de Hugo Chávez, es quien preside UnoAmérica, la cruzada por denunciar a los gobiernos 'izquierdistas' de América Latina. Bolivia y Venezuela encabezan las 'preocupaciones' de la organización que recluta “fieles” y financiamiento en la derecha de Colombia”, denunció Página/12.
Desde la Agencia Prensa Rural (APR), remarcaron que UnoAmérica está compuesta en Colombia por organizaciones como la Fundación Defensa Patria (FDP), adscrita a la Cuarta Brigada, y por la Federación Verdad Colombia (FVC), “cuyo origen se remonta a 1995, cuando las Fuerzas Militares crearon la ONG Centro de Análisis Sociopolíticos para contrarrestar las denuncias de las organizaciones de derechos humanos”.
“A partir de esta iniciativa, otras instituciones que compartían el mismo interés se unieron alrededor de la FVC, que es presidida por Miguel Posada Samper, alto ejecutivo del grupo financiero Bolívar, quien también es asesor en temas de seguridad del presidente Álvaro Uribe Vélez”, señalaron desde APR
En el artículo citado se explicó que al constatar a las fundaciones asociadas a UnoAmérica “surge la evidencia” de sus dependencias a órganos como la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID, en sus siglas en inglés) o la National Endowment Foundation (NED), señaladas en diversas ocasiones como instrumentos de injerencia de la CIA en América Latina.
Prensa Rural a su vez manifestó que UnoAmérica “está asociada a la Heritage Foundation, la misma cuyos integrantes redactaron los Documentos de Santa Fe uno, dos, tres y cuatro, entre otros, de nefastas consecuencias para América Latina”.
Sobre este mapa donde se vislumbra el tráfico de armas y el ingreso de forma ilegal de mercenarios a Bolivia, la justicia de ese país continúa recabando datos para sumarlos a los ya conocidos sobre el intento de atentar con Morales y su gabinete cuando se trasladaban en barco por el Lago Titicaca.
Planes como el mencionado, desde hace años se vienen descubriendo en países latinoamericanos, en especial Venezuela y Bolivia, donde las manos de la derecha y de la inteligencia estadounidense quedan cada vez más a la luz de los pueblos.
http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=179869&lee=16
AGENCIA BOLIVARIANA DE NOTICIAS
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