miércoles

Comienza juicio internacional contra el principal torturador de los Jemer Rojo

Un tribunal impulsado por las Naciones Unidas juzgará por genocidio a los responsables de la cámara de tortura del Jemer Rojo.

Un tribunal auspiciado por Naciones Unidas juzga por genocidio a Kaing Guev Eav, primero de los cinco acusados de la exterminación de 1,7 millones de personas hace tres décadas en Camboya.


Guev Eav, alias 'Duch', de 66 años y acusado de crímenes de lesa humanidad, era el jefe del principal centro de detención y tortura de la guerrilla maoísta liderada por el temible Pol Pot, cabeza del gobiernos comunistas.

La prisión se llamaba 'Tuol Sleng' (árbol de la fruta venenosa) pero era más conocida con el nombre de S-21 y funcionaba en un antiguo colegio de bachillerato de Phnom Penh.

Se cree que por ahí pasaron unos 14.000 hombres, mujeres y niños que fueron torturados y violados antes de morir ejecutados en los "campos de la muerte" vecinos.

'Duch' y su máquina de matar simbolizan el genocidio cometido por el Jemer Rojo entre abril de 1975 y enero de 1979, periodo en el que 1,7 millones de personas, casi un cuarto de la población del país, que para ese entonces tenía unos 8 millones de habitantes, fueron asesinadas o murieron de hambre y enfermedades.

Apoyado por China, el régimen abolió la religión, las escuelas y la moneda. También vació las ciudades en beneficio de las granjas colectivas en el campo. En esos cuatro años, la población de Phnom Penh disminuyó de 700 mil a 200 mil habitantes.

Pol Pot murió en abril de 1998 sin ser juzgado y sin revelar los motivos que lo condujeron a poner en marcha una sistemática campaña de exterminio que eliminaba a todo lo que oliera a urbano e intelectual por considerarlo burgués y corruptor, es decir, por "traicionar la revolución".

Ahora, 'Duch' será el primero de cinco ex dirigentes del Jemer Rojo que están presos en sentarse en el banquillo del tribunal asistido por las Naciones Unidas.

Los otros cuatro responsables del régimen tienen un perfil más político y sus edades están entre los 76 y los 83 años, por lo que muchos camboyanos temen que se mueran antes de que se haga justicia.

"Lo siento de verdad por las matanzas y el pasado: quería ser un buen comunista y mi trabajo no me procuraba ningún placer", dijo 'Duch' cuando fue arrestado en 1999, tras ser descubierto en el oeste de Camboya por el fotógrafo de prensa irlandés Nic Dunlop.

Este ex profesor de matemáticas que se convirtió al cristianismo en los 90, es el único acusado que ha manifestado remordimiento por sus acciones, y este martes volvió a disculparse por lo que hizo.

"Duch admite los hechos por los que se le acusa", dijo su abogado, François Roux. "Desea pedir perdón a las víctimas y también al pueblo camboyano. Lo hará públicamente. Eso es lo menos que debe a las víctimas".

Según Roux, sin embargo, es "inaceptable" que su cliente haya estado detenido a la espera de juicio durante "nueve años, nueve meses y siete días".

"Este es un día muy importante para mí", declaró Chum Mey, uno de los casi 20 sobrevivientes del S-21. "Seré testigo. Quiero ver a 'Duch' y preguntarle por qué me detuvo", agregó.

La audiencia de esta semana establece el programa del juicio, que se cree comenzará a finales de marzo. La Fiscalía dijo que presentará 33 testigos a lo largo de 40 días, mientras que la defensa afirmó que oirá a 13 testigos en cuatro días y medio.

"Miro hoy a 'Duch' y parece un hombre viejo y muy gentil. Era muy diferente hace 30 años, era un hombre muy cruel" dijo Vann Nath, otro de los que sobrevivieron al centro de torturas.

"Esta primera audiencia representa la concreción de esfuerzos significativos de establecer un tribunal honesto e independiente para juzgar a los líderes y responsables de las violaciones al derecho camboyano e internacional", señaló por su parte el juez Nil Nonn, que preside el juicio.

Pero el tribunal -creado en julio del 2006, tras una década de negociaciones entre la ONU y el gobierno del primer ministro Hun Sen, que desertó del Jemer Rojo para unirse a las tropas de Vietnam que invadieron Camboya cuando cayó el régimen-, ha suscitado fuertes críticas.

Sus procedimientos sumamente lentos se han visto plagados por la interferencia política del gobierno camboyano, denuncias de prejuicio y corrupción, escasez de fondos y disputas entre abogados camboyanos e internacionales.

Además, el tribunal no solo descartó la pena de muerte sino las indemnizaciones para los sobrevivientes. El juicio tiene, antes que nada, un carácter pedagógico y busca reforzar la reconciliación de un país que escribió una de las páginas más trágicas de la historia del siglo XX.

PHNOM PENH (AP-AFP-Efe)

No hay comentarios: